La política, hoy en día, está completamente devaluada. Cada vez son más los que no creen en ella y en los líderes que la representan. Hay demasiadas personas que están hartas de promesas no cumplidas y de casos de corrupción, en lo que siempre salen beneficiados los mismos, gracias a no pensar en absoluto en el bienestar de los ciudadanos. Además, lo más doloroso es que muchos de ellos no terminan de pisar la cárcel, lo que hace pensar que, en ocasiones, la justicia no es igual para todos. Sea como sea, tampoco es conveniente generalizar, con lo que hay que mostrar el máximo respeto por esos políticos que sí luchan por los colectivos. Las cualidades de un buen político se ven cada vez menos, pero son estas.

Descubre las cualidades de un buen político 

  1. Ética

    Ahora parece que vale todo, pero lo cierto es que todavía hay políticos que actúan y desarrollan su trabajo de forma ética. ¿Qué quiere decir esto? En resumen, podemos decir que es ejercer de una forma en la que siempre van por delante dos pilares básicos, como son la transparencia y la honestidad. Es básico que piensen en los demás, en cómo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no en su propio beneficio. Un político íntegro no caerá en todo lo que le puede hacer llegar a su situación de poder. Evitará la corrupción y el tráfico de influencias. Para asegurar que es así, lo mejor es que trabaje un político que tiene vocación profesional por lo que hace y no alguien que solo lo ve como una posición privilegiada, desde la que puede hacer y deshacer a su antojo. 

  2. Liderazgo

    Entre las cualidades de un buen político también se debe encontrar su capacidad de trabajar siendo un líder de un partido y de un equipo. El político tiene que ser capaz de llegar a los ciudadanos y de transmitir mensajes que son completamente creíbles. Además, tendrá que tomar decisiones importantes y, en ocasiones, lo hará sin pensar en el propio beneficio del partido. Por supuesto, tendrá que saber que va a pasar por momentos de dificultad y eso es lo más complicado de gestionar. Las crisis tienen que ser analizadas y resueltas de la mejor forma posible y no todos los políticos saben hacerlo. Un líder propondrá, pero también sabrá escuchar a los miembros de su equipo, de cara a tomar una decisión que sea acertada. 

  3. Conocimientos

    Aunque es habitual que todos los políticos estén formados y que cuentan con una gran experiencia, ni mucho menos es siempre así. Hay políticos que llegan a su puesto, gracias a haberse afiliado a un partido en un determinado momento, siguiendo los pasos de quien lideraba el mismo. Es probable que, solo con eso, haya adquirido algún tipo de formación que le valga posteriormente, pero lo cierto es que la situación ideal sería la de que un político que llega a liderar gracias a la formación que ha recibido y a los estudios que ha cursado. La política es una disciplina preciosa, pero realmente difícil. Si tenemos en cuenta de que de ella depende en gran parte el futuro de muchas personas, merece la pena contar con personas cualificadas para poder desarrollarla. 

  4. Buena comunicación

    Indispensable, dentro de las cualidades de un buen político. Hay que pensar que no estamos hablando de la comunicación externa, que es aquella que se va a ver públicamente, ya sea en actos y celebraciones o en los plenos. Aunque en ellos también deben ser claros y optar por una manera de hablar que sea comprensible para los ciudadanos, tenemos que hacer especial hincapié en la comunicación interna. La política es un trabajo en equipo. Un político, en ocasiones, cuenta con varios asesores detrás y lo ideal es que vayan de la mano para transmitir lo que se desea a todos los compañeros. Un político que no hable bien va a generar rechazo desde el primer momento y eso es algo que no se puede permitir. Se puede llegar al punto en que sea el partido el que pague las consecuencias.  

¿Confías en los políticos?