Hace unos pocos años que el entrenamiento de ballet se ha puesto de moda y es que sus beneficios son innumerables. No solamente nos permite trabajar todo el cuerpo con el fin de tonificarlo sino que es el entrenamiento perfecto para relajar la mente.

Pocas personas en el mundo poseen la habilidad necesaria para dedicar su vida a esta danza. Movimientos ágiles y fluidos, saltos, piruetas… Envidiamos la pose elegante y esa sutil forma de moverse que tienen quienes se dedican profesionalmente a ello. Ahora, gracias al entrenamiento de ballet, el resto de los mortales estamos un poco más cerca de esta grácil forma de tratar el cuerpo.

 

¿En qué consiste el entrenamiento de ballet?

Es una combinación de varias disciplinas como el pilates, el yoga y los ejercicios propios de la danza mezclados con un ritmo más fitness.

Modelos como Miranda Kerr, Doutzen Kroes o Lily Alridge son adeptas al ballet como método de entrenamiento. Taylor Swift o Natalie Portman han declarado practicarlo también, pues se trata de un ejercicio muy completo para cuerpo y mente.

En cada país ha surgido un tipo de entrenamiento de ballet con diferente nombre pero igual base. Los beneficios son numerosos en todos ellos y no necesitarás conocimientos previos ni materiales complicados de conseguir para practicarlo.

 

¿Cuáles son sus beneficios?

  • Mejora la elasticidad y la flexibilidad.
  • Favorece el equilibrio y tonifica el cuerpo, esculpiéndolo de una manera armónica y elegante.
  • Ayuda a reforzar el core, reajustando el eje de la columna para conseguir una postura mejor.
  • Es una práctica apta para todas las edades y condiciones físicas. No requiere conocimientos previos de ballet.
  • Mejora el rendimiento muscular, por lo que es perfecto como ejercicio de compensación para corredores, triatletas y personas que practiquen crossfit.
  • Ayuda a oxigenar la musculatura, reduce la carga muscular y nos destensa. 
  • Te expresarás a través del movimiento corporal dejando que tus extremidades se suelten, que tu tensión desaparezca.
  • Dejarás salir tu lado creativo al utilizar los movimientos del ballet.
  • No necesitas ropa especial para practicar ballet: puedes hacerlo descalza, en calcetines o con zapatillas de tela. La ropa de deporte que te permita moverte libremente, te servirá.
  • Relaja tu mente al poner el foco en los movimientos. Si te estás concentrando en tu equilibrio, tu fuerza y tu postura, no puedes concentrarte en otros pensamientos intrusivos. Además, al tratarse de un ejercicio muy creativo, hacemos más plástica nuestra mente, la permitimos imaginar y liberarla de tensión.
  • Es uno los tipos de ejercicio más completos que existen y sencillo de practicar, con regularidad y en progresión, a quienes no están acostumbrados a mover su cuerpo.

 

Existen numerosas formas de sentirnos bien por fuera y por dentro. En este mismo blog te hablamos de cómo tener una piel sana o de lo que acudir a terapia puede hacer por ti. Pero hacer ejercicio es algo que no puede sustituir a ninguna de las anteriores formas de cuidado, sino que han de combinarse siempre.

El entrenamiento de ballet es el ejercicio perfecto para quienes desean completar otro deporte que ya realicen o para quienes, lejos de las exigencias de la danza profesional, quieren beneficiarse de las ventajas de su práctica.

El cuerpo no entiende de músculos, el cuerpo entiende de movimiento. Entrenar en 360 y priorizando la técnica es imprescindible para alcanzar el camino a la verdadera salud. 

Con este tipo de entrenamiento ocurre lo mismo que con el pilates o el yoga. Puede sonar a algo complicado, tedioso, aburrido. Sin embargo, te permite tomar conciencia de tu propio cuerpo. En cuanto empiezas a notar músculos que ni sabías que formaban parte de ti, es cuando te das cuenta del trabajo que estás haciendo. Tras esa toma de conciencia es cuando comenzamos a sentir y ver los beneficios del entrenamiento de ballet. ¿A qué estás esperando para comenzar a practicarlo?